"Si fuerais ciegos no os habríais enamorado nunca. Sin
embargo, ¿de veras tenéis el deseo de ver a la amada a la fría claridad del aparato visual? Tal vez fuera
preferible tender un velo sobre la mirada, de modo que la amada siguiera
viviendo en su forma arquetípica, como una diosa." p.32
Hace algunos años me encontré con una película que no
conocía, me llamó la atención que el protagonista fuera John Malkovich, ese
actor que recordaba por aquella película basada en el libro de Steinbeck, de
Ratones y Hombres, o El imperio del Sol Naciente de Spielberg, pero lo que más
me llamó la atención fue el nombre de Coetzee en los créditos, el premio nobel
estaba involucrado.
El imperio del Sol Naciente: https://www.youtube.com/watch?v=H_7_IX7vByc
Coetzee estaba dentro de mi lista de escritores para ser
leídos, y una película basada en un libro suyo no iba a ser la excepción.
Desgracia habla de un hombre en decadencia, aunque brillante,
David Lurie fracasó como marido, está imposibilitado para convivir con alguien
más de una semana, las prostitutas le ayudan a soportar la congoja, pero David
tiene el mal hábito de enamorarse de las mujeres equivocadas. La vejez termina
siendo un reducto de la desfachatez, que lo lleva a cometer grandes errores.
"Le sorprende que una hora y media por semana en compañía de
una mujer le baste para sentirse feliz, a él, que antes creía necesitar una
esposa, un hogar, un matrimonio." p 12
Coetzee, crea un escenario para la angustia y la
desesperación, David Lurie el docente sobresaliente es presa de uno los
placeres más mundanos, la lujuria, asunto intimo que termina por afectar su
vida pública. Cuando David utiliza su poder para someter a una alumna sexualmente,
forja sin quererlo un vínculo que lo atropella, lo flagela lentamente, crea una
imagen que posee su mente, sus recuerdos, al límite de imponerse frente a su
vida.
"Tal vez los jóvenes tengan todo el derecho del mundo a vivir
protegidos del espectáculo que dan sus mayores cuando están inmersos en lo
espasmos de la pasión. A fin de cuentas para eso están las putas: para hacer de
tripas corazón y aguantar los momentos de éxtasis de los que ya no tienen
derecho al amor." p 59
Debo confesar que me gustó tanto el libro como la película,
cosa que no es común en estos días, Steve Jacobs el director, se rodea de
grandes actores con experiencia además en teatro, cosa que ayuda a lograr la
intimidad necesaria para conmovernos.
Desgracia es una pequeña novela que puede hacer parte de ese
grupo de clásicos contemporáneos, porque una simple historia en Sudáfrica, se
convierte en la misma que vivimos a diario en cualquier lugar del mundo.