martes, 8 de noviembre de 2016

EXISTE EN LAS HISTORIAS QUE CUENTAN DE ELLA






Ayer conocí a Juliana Restrepo, un tornado que clama por salir, por hacernos volar en un arrebato de carnaval. Juliana es un poco eso. Sus palabras brotan en una fuente de creatividad inagotable. Su primer libro de cuentos recoge varias facetas de la escritura, algo así como un divertimento en el que la técnica y la estructura narrativa fluyen como el agua entre las piedras. Muchas de las historias en este primer libro de cuentos La corriente es sobre todo escritura íntima, como un diario, historias donde prevalece la mirada interior, lo femenino, la pregunta constante.

Son doce cuentos en los que el narrador en primera persona juega a contarnos cosas, a hablarle a lector, a engañarlo, pero sobre todo intenta cuestionarse a sí mismo. El cuento ...VOL - AU - VENT es un juego entre los mensajes de texto del wasap y el deseo que se apodera del cuerpo, el alma, el ser; en cambio CUCHITRIL es un ejercicio de monólogo, pero epistolar; escribirse una carta a sí misma nos revela la historia de esta mujer marcada por el desamor durante toda su vida, pero que al llegar a la madurez la tranquilidad la embarga.





“NINGUNO DE LOS QUE ESTÁN vivos sabe esta historia. Entonces, para desahogarme, me toca escribirte a vos, a mí misma, a la Carmen que era hace sesenta años. Estoy llorando porque vi a Jaime Alberto.
Lo vi esta mañana.”

p. 47 Inicio de CUCHITRIL.




Hasta aquí dos cuentos con estructuras curiosas e interesantes, sin embargo, CORONAS DE FLORES, va a transgredir un poco esa forma de narrar monologada, porque además del narrador, entra otra voz a la historia, los corchetes introducen a un segundo narrador-escritor que contradice la historia y nos llena de incógnitas, de allí lo interesante de este cuento, además, uno se enamora de Jeanne a través de los ojos de la narradora.

“A Jeanne le gustaba la naturaleza, lo natural, escalar, irse a acampar y no bañarse en seis días, oler a zorra, estar en pelota, pintarse mientras estaba en pelota, tomarse fotos en pelota y colgarlas en a nevera, hacerse coronas de flores, besar chicos y chicas en las fiestas. Tenía un novio más o menos estable, Demian, pero igual besaba chicas en las fiestas. Era libertad pura.”

p.56 parte de Coronas de Flores.





LAS PROMESAS, mi cuento favorito, introduce un diálogo interrumpido entre lo que piensa la narradora en relación con Nico (amor argentino) en diálogo a través del correo electrónico, pero de nuevo nos sorprende, porque la protagonista de esta historia, Paulita, está imaginando qué le responderá Nico, las posibles respuestas, los reclamos; mientras espera el correo de Nicolás, sabiendo que no puede leerlo ya que su celular no suena cuando recibe emails. Más allá de todo esto cabe resaltar que escasean los cuentos con una estructura convencional. Además la idea de que dos personas están leyendo un mismo libro en diferentes momentos de la vida y del planeta, pero que esa lectura los une de alguna manera es algo supremamente romántico.

“Me dijiste que cualquier frase tuya escrita en ese libro estorbaba. Tenés razón, cualquier frase tuya estorbaba pero no hay frase. El punto ni siquiera era necesario, las promesas solas bastaban para acordarme de vos. No sé por qué las saqué de la biblioteca. Me dije Qué más da, ya ha pasado mucho tiempo, ya no hablamos, ya estoy muy lejos de Buenos Aires. Qué más da, leámonos esto, salgamos de esto, salgamos de vos, ya mi mundo está demasiado lejos de Corrientes.”

p. 101 Parte de Las promesas.




Otros dos cuentos que tocan un tema difícil de definir, porque no está muy claro si es desprecio, prejuicio o incomodidad entre clases sociales son los cuentos Ménage y Clases particulares, donde se enfrentan dos personajes de clase media baja conviven con la clase alta, por azar en el tiempo, estos personajes se vuelven parte de esas familias. En el caso de clases particulares va cambiando la forma en que la profesora del niño se refiere incluso a la mamá del niño y su padre, la convivencia logra disminuir la brecha que la clase social no logra.




Cada uno de los cuentos de La corriente, hace parte de una totalidad que cuestiona la condición humana, a manera de espejo, cada uno de estos personajes sufre, ríe, llora, se emborracha, muere, en fin, en esa búsqueda incesante por el sentido de la vida. La Corriente es una invitación a dejarse llevar por los diferentes escenarios, personajes e historias que propone Juliana en sus cuentos.

martes, 1 de noviembre de 2016

EL MONSTRUO QUE HAY EN NOSOTROS




                                                                               
La soledad es tal vez la cuna donde nacen los monstruos. Recordemos un poco la anécdota que habla de cómo el poeta Lord Byron junto con algunos amigos se encierra en el verano de 1816 en un castillo, el verano se demora en llegar, ya que por un misterioso fenómeno de la naturaleza el invierno se prolonga y en un juego curioso, el poeta les propone a sus amigos escribir historias de miedo. Entre los amigos se encontraba Mary Shelley que hila el borrador de lo que va a ser un estudiante de ciencia Víctor Frankenstein, con una gran obsesión sobre el principio vital, es decir, se pregunta por cosas como: ¿Qué le da vida al hombre, cómo lograr la inmortalidad y cómo erradicar la enfermedad? La misma Mary Shelley más adelante perderá dos de sus hijos, pero lo más impresionante es que su hermanastra (hermana adoptada) con el tiempo sucumbirá al infortunio y la depresión la conducirá a la muerte. Es posible que estas pérdidas hayan configurado las ideas de Víctor Frankenstein y el monstruo en relación con la la vida y la idea de morir.

El juego que propuso Lord Byron generó una de las novelas más leídas en su tiempo. Cuestiona la ciencia en relación con la humanidad, se pregunta, ¿los adelantos en el conocimiento científico nos hace mejores seres humanos, hacen mejor al mundo?

Víctor Frankenstein es un científico que sobrepone su deseo sobre la razón, en otras palabras, crea un monstruo a partir de su obsesión por la idea de la inmortalidad, por su intención de ir más allá de lo que la ciencia había podido lograr. Pero su invención, mero capricho existencial, lo lleva al extremo de la locura. Cegado por su obsesión, Víctor no piensa en las consecuencias de sus actos. Todo hijo necesita a un padre, así el hijo sea un monstruo. Esa negación va a generar en el monstruo el deseo de venganza, ya que el monstruo tiene conciencia de sí mismo y por ende el deseo de ser humano ¿Qué nos hace humanos? ¿La relación con los demás, amar? Eso piensa el monstruo, que desprovisto de prejuicios confía ciegamente en la raza humana; quiso ayudar a un niño que se estaba ahogando y le dispararon, quiso conseguir amigos, pero lo discriminaron por su aspecto, desearon su muerte. ¿qué es los monstruoso? ¿acaso la sociedad nos convierte en monstruos? ¿todos somos monstruos de alguna manera?




Italo Calvino en su libro historia sobre la fealdad plantea algo interesante: se podría sugerir como hizo Nietzsche en el Crepúsculo de los ídolos, que en lo bello el hombre se pone a sí mismo como medida de la perfección y se adora en ella. En hombre en el fondo se mira en el espejo de las cosas, considera bello todo aquello que le devuelve su imagen.

Con lo anterior podemos pensar que el rechazo de Víctor hacía el monstruo radica en que no es como él, es decir, no es humano. Pero más adelante nos vamos a dar cuenta que el monstruo tiene conciencia, es decir, tiene consciencia de su existencia. Lo que podemos intuir de la postura de Nietzsche, es que el hombre teme ver el monstruo en su interior y la novela de Mary Shelley nos va a mostrar eso que tanto odiamos. Lo monstruoso no sólo como algo físico, sino como una imposición de la cultura, que media nuestra interior.




Mary Shelley en la soledad de un castillo lograr crear el monstruo que la va a acompañar el resto de su vida, así como Víctor perdido en su deseo lograr crear el monstruo que lo va a confrontar frente a la necesidad de amar. Los monstruos que crearon terminan cuestionando la condición humana, eso que somos, genio, locura, alegría, tristeza, siempre en contradicción.

Frankentein o el moderno Prometeo es sin duda una novela vigente. El genio del terror Stephen King, tiene esta novela como una de sus favoritas y dice que Frankenstein es una novela que todos deberíamos leer ¿por qué? por todo lo anterior, pero también porque el monstruo, ese que tanto cuestionamos, termina siendo un espejo de nosotros mismos.

Lo más increíble es como la historia de la soledad que sentía Fanny, la hermanastra de Mary Shelly, de alguna manera se une con la forma de pensar del monstruo al final de la novela, ¿Será que Fanny era el monstruo? eso lo tendremos que descubrir leyendo la novela, pero para atar cabos, les dejo un fragmento de la carta que escribió Fanny antes de suicidarse (sacada del espejo gótico)

Fanny alquiló una habitación en una pensión de Swansea y allí se quitó la vida. Junto a ella encontraron una botella de láudano y una breve nota:

Hace tiempo que decidí que lo mejor que podía hacer era poner fin a la existencia de un ser cuyo nacimiento fue desgraciado, y que a lo largo de su vida no ha hecho sino causar dolor a aquellos que arriesgaron la salud en aras de su bienestar. Tal vez os entristezca enteraros de mi muerte, pero pronto tendréis la bendición de olvidar que existió una criatura llamada....

Había tachado su firma, tal vez pensando en la reputación de la familia.



Con todo esto podemos decir también que el ser humano se reconoce a sí mismo cuando es el objeto de afecto de otra persona, decía Freud. El monstruo desea que Víctor fabrique una mujer con sus mismos defectos, pensando, tal vez equivocadamente que ella lo iba a amar. Fanny no lo tuvo ese afecto, rechazada por su familia adoptiva y desprovista de alguien que la ame, no se siente humana.

Para terminar los dejo con la pregunta ¿Por qué el monstruo de Frankenstein no puede ser humano?


John William Jaramillo Tejada