viernes, 2 de diciembre de 2016

HABLAR CON LOS MUERTOS





El poeta es sobre todo un ser que piensa, el que piensa también puede escribir un poema, el poeta reflexiona sobre la sociedad en que vive. El poeta no es un misterio, o un personaje que pretende a ver resuelto el misterio dice William Rouge frente a la pregunta sobre qué conexión tiene Nacer en Rojo, su último libro con México. El sábado hablamos con William Rouge sobre su último libro, esta fue una bella conversación en la que el poeta leyó algunos de sus poemas y nos habló del ejercicio creativo que le habita.






Y es que un poeta como Octavio Paz logra a través de su ejercicio poético todo eso que le gusta al William. Pensar el mundo desde lo que es, un mexicano. En su libro El laberinto de la soledad Octavio Paz se sobrepone a la soledad a través de la reflexión filosófica, puesto que logra extender su reflexión hasta lo que significa la soledad en el latinoamericano, ya que el mexicano y el colombiano no están lejanos en nada, más bien, se acercan en una hermandad primigenia que nos une irremediablemente.

El poeta puede crear poemas que son teatro, música, una obra de arte. El poeta crea mundos. El poema como  camino, al igual que la poesía como camino. William nos sobrecoge con una multitud de ideas que se hilan en torno al poema, a la poesía y su idea de poema. Incluso queda resuelta la inquietud sobre el premio nobel otorgado a Bob Dylan, puesto que desde la idea de William, antes que la literatura existió el rapsoda. Bob Dylan es una especia de rapsoda contemporáneo. La academia al premiarlo, está reconociendo de alguna manera que el arte en general es poesía y que la forma es mero artilugio.





Lo único que debe hacer alguien que busca la belleza es poesía, descubrir poesía, no importa si es cuento, crónica, novela, cine, danza, poema. Desde este punto de vista, lo que entendemos como estética en el arte, es decir, el artista es en cuanto crea eso que antes no existía. Desde este punto de vista William define el arte, la capacidad creadora como poesía. Eso que hace a la obra de arte, arte. Uno llega al mundo a hacer poesía, o dígale a Frida Khalo que no es poeta, ella creó un mundo nuevo con el lenguaje de la pintura, eso es poesía, dice William Rouge recordando sus viajes a México.

Después de una introducción sobre la poesía que decantó un poco lo que pensábamos de ella, es el momento para leer algunos poemas de Nacer en Rojo, que nos tocan con su humedad.





Ella no se me seca
Ella no se me seca. Me sigue lloviendo en la palomera
de mi cabeza. Me repite la guitarreante lluvia
que practicaba en mi cuerpo, y me consolaba
ella con sus ríos.
Me consolaba con Río Lerma. Me consolaba con
Guadalquivir. Me atravesaba el rostro con el Tigris
y el Danubio. Esperaba su lluvia leyendo La
Jornada en la farmacia de la esquina como si allí
me pudieran parar todo el diluvio. Es que no había
torniquetes para la lluvia que me desangraba los
viajes desde las Colinas del Sur hasta Diana la
Cazadora, y yo sabía que muriendo en Reforma
no escamparía jamás aunque del otro lado los ríos
me guardaran la espalda, y al frente estaría un paisaje
de finanzas sin bancos para el corazón que ya
se me había hundido antes de llegar a Río Neva.
Y el asunto era nadar hasta el Metro Insurgentes,
llegar con lluvias a Venecia con Liverpool, donde
se me vendría la sangre de tanta lluvia al ver a
Lennon pidiendo limosna con un perro amarillo
y más mojado que yo, pero a la iglesia no quise
entrar, me quedé con mis hermanos mojados emparamándome
lo que ella no alcanzó.

El ejercicio poético también es un juego, un juego de lenguaje que nos permite imaginar una mujer que es agua, rio, lluvia. El poema Esa mujer sabe llover, también nos introduce en ese ambiente húmedo que es la tercera parte de Nacer en Rojo.





Esa mujer sabe llover
de lloviznita a tifón algo aprendió
Me llueve afuera del Metro
me anega en los últimos vagones
sin besarla yo me encharco
Yo voy lloviendo como si viniera
Yo voy lloviendo como si regresara
Llovizna ella y se encharcan los teléfonos públicos
me enlodo la ciudad de sus aguas para cantarle
en su estanque
a fondo me hago en su alberca
profundo nazco en sus aguas
potable muchacha
incisiva y filosa
me muerde como la lluvia cuando no se le conoce
el nombre
Picotazo de lluvia ella que no sabe qué muchacha es
pero me dentellea el pecho y no sé decirle su país
pero se me hinca a la garganta y no sé cantarla
Lo mío será dejarla llover
ser llovible y llevable
Lo mío será obedecer a su boca
y pasearme fluvial por sus perímetros
como si fuera a concebir un viñedo muy adentro




El poema también es crónica. Tumbas y aviones es un poema que recoge parte de la niñez de Rouge, pero que ante todo es música al leerlo, pasan los años al escuchar cada párrafo, como en una película en la que los días en que íbamos a ver aviones se confunden con las historias que dibuja el poema. El libro de William es una especie de tríptico en el que el licor, el agua, la crónica se entretejen ocultando el trazo, esquivando el ojo atento. 

martes, 8 de noviembre de 2016

EXISTE EN LAS HISTORIAS QUE CUENTAN DE ELLA






Ayer conocí a Juliana Restrepo, un tornado que clama por salir, por hacernos volar en un arrebato de carnaval. Juliana es un poco eso. Sus palabras brotan en una fuente de creatividad inagotable. Su primer libro de cuentos recoge varias facetas de la escritura, algo así como un divertimento en el que la técnica y la estructura narrativa fluyen como el agua entre las piedras. Muchas de las historias en este primer libro de cuentos La corriente es sobre todo escritura íntima, como un diario, historias donde prevalece la mirada interior, lo femenino, la pregunta constante.

Son doce cuentos en los que el narrador en primera persona juega a contarnos cosas, a hablarle a lector, a engañarlo, pero sobre todo intenta cuestionarse a sí mismo. El cuento ...VOL - AU - VENT es un juego entre los mensajes de texto del wasap y el deseo que se apodera del cuerpo, el alma, el ser; en cambio CUCHITRIL es un ejercicio de monólogo, pero epistolar; escribirse una carta a sí misma nos revela la historia de esta mujer marcada por el desamor durante toda su vida, pero que al llegar a la madurez la tranquilidad la embarga.





“NINGUNO DE LOS QUE ESTÁN vivos sabe esta historia. Entonces, para desahogarme, me toca escribirte a vos, a mí misma, a la Carmen que era hace sesenta años. Estoy llorando porque vi a Jaime Alberto.
Lo vi esta mañana.”

p. 47 Inicio de CUCHITRIL.




Hasta aquí dos cuentos con estructuras curiosas e interesantes, sin embargo, CORONAS DE FLORES, va a transgredir un poco esa forma de narrar monologada, porque además del narrador, entra otra voz a la historia, los corchetes introducen a un segundo narrador-escritor que contradice la historia y nos llena de incógnitas, de allí lo interesante de este cuento, además, uno se enamora de Jeanne a través de los ojos de la narradora.

“A Jeanne le gustaba la naturaleza, lo natural, escalar, irse a acampar y no bañarse en seis días, oler a zorra, estar en pelota, pintarse mientras estaba en pelota, tomarse fotos en pelota y colgarlas en a nevera, hacerse coronas de flores, besar chicos y chicas en las fiestas. Tenía un novio más o menos estable, Demian, pero igual besaba chicas en las fiestas. Era libertad pura.”

p.56 parte de Coronas de Flores.





LAS PROMESAS, mi cuento favorito, introduce un diálogo interrumpido entre lo que piensa la narradora en relación con Nico (amor argentino) en diálogo a través del correo electrónico, pero de nuevo nos sorprende, porque la protagonista de esta historia, Paulita, está imaginando qué le responderá Nico, las posibles respuestas, los reclamos; mientras espera el correo de Nicolás, sabiendo que no puede leerlo ya que su celular no suena cuando recibe emails. Más allá de todo esto cabe resaltar que escasean los cuentos con una estructura convencional. Además la idea de que dos personas están leyendo un mismo libro en diferentes momentos de la vida y del planeta, pero que esa lectura los une de alguna manera es algo supremamente romántico.

“Me dijiste que cualquier frase tuya escrita en ese libro estorbaba. Tenés razón, cualquier frase tuya estorbaba pero no hay frase. El punto ni siquiera era necesario, las promesas solas bastaban para acordarme de vos. No sé por qué las saqué de la biblioteca. Me dije Qué más da, ya ha pasado mucho tiempo, ya no hablamos, ya estoy muy lejos de Buenos Aires. Qué más da, leámonos esto, salgamos de esto, salgamos de vos, ya mi mundo está demasiado lejos de Corrientes.”

p. 101 Parte de Las promesas.




Otros dos cuentos que tocan un tema difícil de definir, porque no está muy claro si es desprecio, prejuicio o incomodidad entre clases sociales son los cuentos Ménage y Clases particulares, donde se enfrentan dos personajes de clase media baja conviven con la clase alta, por azar en el tiempo, estos personajes se vuelven parte de esas familias. En el caso de clases particulares va cambiando la forma en que la profesora del niño se refiere incluso a la mamá del niño y su padre, la convivencia logra disminuir la brecha que la clase social no logra.




Cada uno de los cuentos de La corriente, hace parte de una totalidad que cuestiona la condición humana, a manera de espejo, cada uno de estos personajes sufre, ríe, llora, se emborracha, muere, en fin, en esa búsqueda incesante por el sentido de la vida. La Corriente es una invitación a dejarse llevar por los diferentes escenarios, personajes e historias que propone Juliana en sus cuentos.

martes, 1 de noviembre de 2016

EL MONSTRUO QUE HAY EN NOSOTROS




                                                                               
La soledad es tal vez la cuna donde nacen los monstruos. Recordemos un poco la anécdota que habla de cómo el poeta Lord Byron junto con algunos amigos se encierra en el verano de 1816 en un castillo, el verano se demora en llegar, ya que por un misterioso fenómeno de la naturaleza el invierno se prolonga y en un juego curioso, el poeta les propone a sus amigos escribir historias de miedo. Entre los amigos se encontraba Mary Shelley que hila el borrador de lo que va a ser un estudiante de ciencia Víctor Frankenstein, con una gran obsesión sobre el principio vital, es decir, se pregunta por cosas como: ¿Qué le da vida al hombre, cómo lograr la inmortalidad y cómo erradicar la enfermedad? La misma Mary Shelley más adelante perderá dos de sus hijos, pero lo más impresionante es que su hermanastra (hermana adoptada) con el tiempo sucumbirá al infortunio y la depresión la conducirá a la muerte. Es posible que estas pérdidas hayan configurado las ideas de Víctor Frankenstein y el monstruo en relación con la la vida y la idea de morir.

El juego que propuso Lord Byron generó una de las novelas más leídas en su tiempo. Cuestiona la ciencia en relación con la humanidad, se pregunta, ¿los adelantos en el conocimiento científico nos hace mejores seres humanos, hacen mejor al mundo?

Víctor Frankenstein es un científico que sobrepone su deseo sobre la razón, en otras palabras, crea un monstruo a partir de su obsesión por la idea de la inmortalidad, por su intención de ir más allá de lo que la ciencia había podido lograr. Pero su invención, mero capricho existencial, lo lleva al extremo de la locura. Cegado por su obsesión, Víctor no piensa en las consecuencias de sus actos. Todo hijo necesita a un padre, así el hijo sea un monstruo. Esa negación va a generar en el monstruo el deseo de venganza, ya que el monstruo tiene conciencia de sí mismo y por ende el deseo de ser humano ¿Qué nos hace humanos? ¿La relación con los demás, amar? Eso piensa el monstruo, que desprovisto de prejuicios confía ciegamente en la raza humana; quiso ayudar a un niño que se estaba ahogando y le dispararon, quiso conseguir amigos, pero lo discriminaron por su aspecto, desearon su muerte. ¿qué es los monstruoso? ¿acaso la sociedad nos convierte en monstruos? ¿todos somos monstruos de alguna manera?




Italo Calvino en su libro historia sobre la fealdad plantea algo interesante: se podría sugerir como hizo Nietzsche en el Crepúsculo de los ídolos, que en lo bello el hombre se pone a sí mismo como medida de la perfección y se adora en ella. En hombre en el fondo se mira en el espejo de las cosas, considera bello todo aquello que le devuelve su imagen.

Con lo anterior podemos pensar que el rechazo de Víctor hacía el monstruo radica en que no es como él, es decir, no es humano. Pero más adelante nos vamos a dar cuenta que el monstruo tiene conciencia, es decir, tiene consciencia de su existencia. Lo que podemos intuir de la postura de Nietzsche, es que el hombre teme ver el monstruo en su interior y la novela de Mary Shelley nos va a mostrar eso que tanto odiamos. Lo monstruoso no sólo como algo físico, sino como una imposición de la cultura, que media nuestra interior.




Mary Shelley en la soledad de un castillo lograr crear el monstruo que la va a acompañar el resto de su vida, así como Víctor perdido en su deseo lograr crear el monstruo que lo va a confrontar frente a la necesidad de amar. Los monstruos que crearon terminan cuestionando la condición humana, eso que somos, genio, locura, alegría, tristeza, siempre en contradicción.

Frankentein o el moderno Prometeo es sin duda una novela vigente. El genio del terror Stephen King, tiene esta novela como una de sus favoritas y dice que Frankenstein es una novela que todos deberíamos leer ¿por qué? por todo lo anterior, pero también porque el monstruo, ese que tanto cuestionamos, termina siendo un espejo de nosotros mismos.

Lo más increíble es como la historia de la soledad que sentía Fanny, la hermanastra de Mary Shelly, de alguna manera se une con la forma de pensar del monstruo al final de la novela, ¿Será que Fanny era el monstruo? eso lo tendremos que descubrir leyendo la novela, pero para atar cabos, les dejo un fragmento de la carta que escribió Fanny antes de suicidarse (sacada del espejo gótico)

Fanny alquiló una habitación en una pensión de Swansea y allí se quitó la vida. Junto a ella encontraron una botella de láudano y una breve nota:

Hace tiempo que decidí que lo mejor que podía hacer era poner fin a la existencia de un ser cuyo nacimiento fue desgraciado, y que a lo largo de su vida no ha hecho sino causar dolor a aquellos que arriesgaron la salud en aras de su bienestar. Tal vez os entristezca enteraros de mi muerte, pero pronto tendréis la bendición de olvidar que existió una criatura llamada....

Había tachado su firma, tal vez pensando en la reputación de la familia.



Con todo esto podemos decir también que el ser humano se reconoce a sí mismo cuando es el objeto de afecto de otra persona, decía Freud. El monstruo desea que Víctor fabrique una mujer con sus mismos defectos, pensando, tal vez equivocadamente que ella lo iba a amar. Fanny no lo tuvo ese afecto, rechazada por su familia adoptiva y desprovista de alguien que la ame, no se siente humana.

Para terminar los dejo con la pregunta ¿Por qué el monstruo de Frankenstein no puede ser humano?


John William Jaramillo Tejada

viernes, 24 de junio de 2016

SOBRE TOKYO BLUES DE HARUKI MURAKAMI





LA VISIÓN DEL VACÍO, LA DESESPERANZA


Watanabe vive en el Japón de finales de los sesenta; esto es importante porque hace parte de la  generación llamada “hijos de la guerra”, es decir, los nacidos de los sobrevivientes de la segunda guerra mundial.  Aunque no hayan participado de ella, les tocó vivir en el mundo del trauma, algo similar a lo que ocurre en la novela de Art Spielgeman, en donde claramente el trauma pasa de los padres a sus hijos.

Quedó latente después del final de la guerra en el Japón que las bombas nucleares podían causar un horror nunca visto. Los hijos de la guerra enmarcan una visión trágica del mundo. Watanabe es un poco eso, un joven que deambula por la vida con una visión desesperanzada. No perdona que venga de una generación que es capaz de destruirse a sí misma, de asesinar a miles y que no haya esperanza de cambio.

Frente a la revolución juvenil que se gesta en las universidades a nivel mundial, solo se une en una protesta individual cuando ve que aquellos que intentaron revelarse contra instituciones como la familia o la política, volvieron a clase sin haber logrado nada. El pequeño conato de rebeldía fue aplacado por la fuerza, cientos de estudiantes murieron en ese intento por desprenderse de una generación atravesada por la muerte.  Watanabe no sabe porque se siente de esa manera, se ve a sí mismo como un doble, ese que no sabe qué quiere, y ese otro que sufre el no saberlo; uno persigue al otro en una carrera que no termina.





HUIR DE LA VIDA


En esta relación de sin sentido aparece Naoko y Reiko. Personajes que rehúyen la vida. Naoko se recluye en un centro especial para olvidarse del mundo. El mundo le pesa de tal manera que no sabe cómo relacionarse con él o con otras personas. La negativa de Naoko para hablar o tener amigos es una negación, no desea entender el mundo que la reta ¿Está incapacitada para hacerlo? ¿Es una cobarde? ¿O simplemente una enferma mental? La huida está presente en cada uno de los personajes que rodean a Watanabe, algunos se sobreponen, como Midori, a ella la salva su capacidad de ensoñación; mientras su padre se debate entre la vida y la muerte, crea una ficción en donde su papá viajó a Uruguay cumpliendo un sueño. Esta, es tal vez la gran lección de Midori; quien sufre el mundo termina siendo presa de él.


“—Por eso no puedo salir de aquí —añadió—. Me aterra conocer a gente diferente, tener experiencias nuevas.

—Te entiendo muy bien —comenté—. Sin embargo, lograras salir adelante.
Reiko me sonrió, pero no dijo nada.” p.109


Otros personajes que rodean a Watanabe optan por una renuncia sin retorno, y es que el suicidio de tres amigos está diciendo que hay algo mal. La enfermedad la produce el mundo en que viven, intentar escapar es un imposible, la muerte entonces parece una buena alternativa para quien huye del mundo.

 



LA SEXUALIDAD COMO UNA CARGA


Reiko es un muy buen ejemplo de alguien sufre su sexualidad, ya que aunque descubre una atracción irrefrenable por su alumna de piano, se niega a dejarse llevar por el disfrute del cuerpo, le pesa la familia como institución y el riesgo que supone perderlo todo. Sin embargo pese a su negativa pierde eso que teme perder. Esto la obliga a aislarse del mundo conocido. El nivel de conciencia de Reiko no ha evolucionado mucho; de acuerdo a como narra su historia a Watanabe varios años después de haberle sucedido. Podemos pensar que aún después de siete años, sigue sin resolver el asunto que la colocó allí (en la casa de reposo).

De manera similar Naoko sabe que la relación sexual que tuvo con Watanabe no se repetirá nunca más. No ama a Watanabe, sin embargo algo la une a él, no es el sexo, por el contrario, ella demanda una amistad que al parecer Watanabe no puede sostener porque no ha podido olvidar la relación sexual que tuvo con Naoko (se sobrepone el deseo). Así, para ambos el sexo se vuelve una carga, Naoko por estar imposibilitada para tener relaciones sexuales, Watanabe porque aun la desea, aunque sabe que ella no puede tener sexo con él.






LA IMPOSIBILIDAD DE OLVIDAR. EL RECUERDO COMO CONFIGURACIÓN DEL YO.


“El tiempo te ayuda a reflexionar sobre las acciones del pasado.

—Tienes demasiados miedos —dije—. A la oscuridad, a las pesadillas, al poder de los muertos. Lo que tú debes hacer es olvidarte de ellos. Si los olvidas, seguro que te recuperarás.

— ¡Si fuera capaz! —Naoko sacudió la cabeza.”

Watanabe intenta convencer a Naoko de que olvide la muerte de su hermana, de su novio. El trauma es difícil de olvidar, ya que está configurado en la forma de ver el mundo de Naoko. Para Naoko su mundo es el que imagina, el que está impregnado de muerte, desesperanza. No logra ver otro, porque no puede hacerlo.

Reiko es otro personaje que no logra zafarse del recuerdo de la niña de trece años que la sedujo en su casa. Sumado esto a su debilidad para afrontar los momentos de alto estrés, termina recluida por su incapacidad para olvidar, huyéndole a un trauma que la acompaña, del cual no logra escapar.

Así como Watanabe camina solo por los mismos lugares por donde caminaba en silencio junto a Naoko en un ritual del recuerdo; Reiko canta Norwian Wood para recordar a Naoko; en el juego de billar Watanabe recuerda a Kizuki.
Esta novela es una especie de homenaje al recuerdo, de esos que quedan en nosotros y de las personas a quienes recordamos a través de acciones.





LA INTIMIDAD


Exponer el interior a otros, es algo que poco vemos. La razón es simple y llana, nuestras mascaras nos impiden mostrarnos como somos. Sin embargo, para Watanabe resulta supremamente fácil ser un gran escucha. Vemos como la novela está llena de momentos de gran intimidad, sobre todo, propiciada por la honestidad de Watanabe.

Escenas como la de la terraza, donde Midori y Watanabe se dedican a contemplar un incendió e incluso a aventurar su muerte, nos llena de una sensación de alegría, pero también de cercanía. Desde ese momento la relación de ellos cambia, se acerca más a la amistad. Lo mismo ocurre cuando Watanabe  se queda solo con el papá de Midori; logra que coma pepino, precisamente porque su honestidad lo acerca fácilmente a los desconocidos.


La escena en que Reiko, Naoko y Watanabe se encuentran en la residencia psiquiátrica logra acercarlos a los tres al punto que Reiko decide contarle sus traumas a Watanabe, también en un intento de intimar, porque sabe que es la única manera en que él, Naoko y ella van a poder estar juntos, tranquilos. La intimidad en esta novela la podemos ver como el encuentro del yo interior a través de la conversación. Lo que en realidad se gesta entre las páginas de Tokyo Blues, es el recuerdo de la intimidad entre los amigos que han muerto y los que les sobreviven.

sábado, 26 de marzo de 2016

SOBRE EL INICIO DE: EL MARINO QUE PERDIÓ LA GRACIA DEL MAR DE MISHIMA


VERANO (Hasta el capítulo cinco)

Leer a Mishima es pasearse sobre papel de arroz, tan bello y delicado. Podemos romper todo con una caricia y naufragar con cientos de imágenes poéticas que acompañan la prosa de Mishima. Cuando partimos sin dejar a nadie en el muelle, sabemos que solo regresaremos después de leer la última página de: El marino que perdió la gracia del mar.

El título ya nos sugiere una decepción. ¿Qué puede decepcionarnos tanto? a mi parecer el marino se cansó de ver la vida fluir en entre olas y quietud, sin oportunidad para incidir en eso que contempla. Si nos cansamos de la vida, no queda otra opción que esperar la muerte o cambiar, aunque la vida se nos vaya en el intento. Es posible que el marino acepte los cambios que le propone la vida, arriesgando su pasado, el mar.

Tal vez Fusako sea para Ryuji el motivo por el cual el mar deja de ser una totalidad, Fusako lo ata de alguna manera a eso que él no extraña (la tierra), para entrar en tensión, porque el momento de volver al mar está cerca . El encuentro entre los dos denota una pasión intensa que puede confundir su visión de la realidad.

EL EROTISMO, TÁNATOS

El erotismo en la novela es algo que estamos desacostumbrados a leer, ya hoy día el tiempo para la contemplación es poco, pero Mishima va más allá del tiempo.

"Tsukazaki se desabrochó lentamente la camisa, luego se desprendió con
soltura de la ropa. De edad aproximada a la de la mujer, su cuerpo parecía más joven y sólido que el de cualquier hombre de tierra: acaso había sido moldeado por el mar. Sus hombros eran anchos y cuadrados como las vigas de la bóveda de un templo; el pecho tenso aparecía cubierto por un vello espeso y rizado; los músculos, nudosos como henequén trenzado, sembraban de relieves todo el cuerpo: parecía que su carne fuera una armadura de la que podía desprenderse a voluntad. Y entonces, fascinado, Noboru pudo ver cómo, rasgando la espesa mata de vello que crecía bajo el vientre, se erguía triunfalmente erecta la bruñida torre del templo." p. 17

El eros y el tánatos se unen en esta novela de una manera muy sutil, como el amante que en el momento del éxtasis oprime el cuello a su amada, dejándole solo un pequeño espacio para respirar. Claudio alude a este ejemplo a manera de breve explicación, para mostrar como la muerte del gato en manos de Naburo no es algo grotesco, por el contrario, la descripción del cuerpo sin piel del gato tiene cierta belleza en una novela rodeada de la reflexión todo el tiempo.




“Cogiendo al gato por el cuello, el jefe le hizo una incisión en la piel del pecho
con la punta de la hoja y cortó suavemente hasta la garganta. Luego, con ambas
manos, estiró la piel hacia los lados: la capa de grasa aparecía debajo como una
tierna cebolla recién pelada. El cuello desollado, que yacía airosamente en el suelo,
parecía llevar una máscara de gato. El gato era solamente lo exterior; la vida se
había hecho pasar por un gato”. p. 51
 La muerte en oriente es algo bello, mientras en occidente la sola idea nos produce miedo. Ese miedo es el que impide contemplarla, conocerla, acercarse a ella en la inevitabilidad de la vida, aceptarla tranquilamente, así como aceptamos la idea de vivir. Naburo, hace parte de un clan que tiene una filosofía de la vida muy distinta de como la tiene todo mundo, por ello la muerte para él aparece como una revelación. La vida es frágil, pero la muerte es algo bello.
 Hasta ahora no sabemos cómo se cruzaran estas vidas, pero deducimos que tal vez las razones por las cuales el marino perdió la gracia al mar, están en su relación con Fusako y tal vez con Naburo, porque él se está preparando para algo que aún ignoramos. Sigamos leyendo para descubrir el mar que se esconde entre los parpados del gato. 

lunes, 7 de marzo de 2016

SOBRE EL FINAL DE MIENTRAS AGONIZO DE FAULKNER



TERCERA PARTE: HASTA EL MONÓLOGO NÚMERO 59



SOBRE LA FAMILIA Y EL ENGAÑO





Uno de los temas más importantes en esta novela es la familia. Podemos partir de una definición que hace Ángela Marulanda para tratar de ver un poco a la familia Bundren desde otra óptica.


”Un refugio que teje la intimidad entre padres e hijos y se expresan espontáneamente los sentimientos; donde todos pueden ser ellos mismos, quitarse las máscaras, se liberan de las presiones y se prestan mutua ayuda”


Es innegable para quien lea la novela que esta definición se contradice en su totalidad cuando conocemos a fondo a cada uno de los miembros de la familia, porque si de algo está llena la familia Bundren es de máscaras, lo único que conservan es la unión, aunque esta se ve resquebrajada por la partida de Darl y la muerte de Addie. Es una familia por fuera, pero al interior se derrumba lentamente.


El otro gran tema entonces puede ser el engaño, porque cada uno de los personajes con excepción tal vez de Cash y Vardeman están ocultando algo, se rigen por un interés personal, aunque eso implique hacerle daño a un miembro de la familia. El título de la novela rebela desde su inicio que algo oculta Addie y que los demás no son tontos, la infidelidad se respira en una habitación que huele a muerte.


        El título proviene del canto XI de La Odisea, en las palabras de Agamenón: “As I lay dying [otras versiones traducen: “dying though I was”], the woman with the dog’s eyes would not close my eyes for me as I descended into Hades” (“Mientras agonizo, la mujer de los ojos de perro no me cierra los ojos cuando ya desciendo al Hades”).

        “No hay mucha relación entre Clitemnestra [esposa de Agamenón, que lo traiciona con Egisto y que planea su muerte] y la torturada Addie Bundren, la mujer cuya bondad y capacidad de sacrificio junto a su sentido del deber, robustecido incluso por la conciencia de su infidelidad (único aspecto en el que coincide  con la figura de Clitemnestra) actúan como núcleo alrededor del cual la familia Bundren mantiene su cohesión y su unidad” (p.38).


EL FINAL DE MIENTRAS AGONIZO




DARL

“Darl ha marchado a Jackson. Cuando lo metieron en el tren se iba riendo, y riendo seguía cuando lo echaron en el asiento de uno de los vagones. Al verle pasar, la gente iba volviendo la cabeza como si fuesen búhos.
– ¿De qué te ríes así? –le pregunté.
–Sí, sí, sí, sí, sí, sí.
Dos hombres le subieron al tren. Sus chaquetas eran distintas, pero a los dos les hacían un bulto en la parte que queda sobre el bolsillo de atrás del pantalón. Y los dos llevaban afeitado igualmente el cogote, como si los peluqueros que acababan de arreglarlos, y al mismo tiempo, hubiesen señalado el límite a que debía llegar el pelo con una raya como las que Cash marcaba a tiza. « ¿Es de las pistolas de lo que te ríes? –le pregunté–. Di, ¿por qué te ríes así? ¿Es porque odias el sonido de la risa?»”(…) p. 92 Mientras agonizo de Faulkner


El final de mientras agonizo se va a topar con la locura, Darl es el ejemplo del hombre que se quiebra frente a las dificultades, el peso de la familia, de los engaños que conoce, pero que no puede nombrar; todo eso termina por quebrantar la razón de un hombre que intenta mantener la familia unida.


Cash en sus monólogos finales alude también a la justicia, porque Darl al quemar el granero, es decir, dañar propiedad privada está inhabilitado para vivir en sociedad. También hay un asunto clave y es que Anse convence a todos para entregarlo a la policía y posteriormente a un centro psiquiátrico (una manipulación más) porque no hacerlo implicaría pagar la deuda que se generó en el momento en que Darl quemó el granero.


MONÓLOGO DE CASH


“A veces no acabo de ver claro cómo puede haber nadie que se crea con derecho a dictaminar si una persona está loca o deja de estarlo. A veces pienso que ninguno de nosotros está loco completamente, y que ninguno está tampoco cuerdo, hasta que la mayoría de la gente se decide a situarnos a este o al otro lado. Es como si no contara lo que uno hace, si no lo que la mayoría opina de lo que hace (…)

Pero tampoco entiendo bien que nadie tenga derecho a decir quien está loco y quién no. ES como si en cada hombre hubiera una personalidad que está más allá de la cordura y la locura, que contempla las acciones cuerdas o locas de ese hombre con el mismo horror y el mismo asombro”. p. 215 Mientras agonizo de Faulkner



Entre todos construimos una versión de la novela. Claudio resume en gran parte el argumento con su punto de vista “Mientras agonizo puede ser una gran metáfora. El viaje que ellos emprenden para enterrar a Addie no es más que un viaje al interior del alma, al interior de la miseria humana. Una manera de verlo es la siguiente: Anse no se queda con todo, al contrario, al final lo que vemos es un desmoronamiento interior de toda la familia. La podredumbre de este cadáver (Addie) que cada vez  está más putrefacto, cada vez huele peor, se asemeja a las actuaciones de cada uno de los integrantes de la familia, es decir, cada uno se pudre en sus acciones. Es un cuerpo que se pudre al tiempo que cada uno de los integrantes de la familia también lo hacen, en ese viaje que al parecer no es para cumplir una promesa, si no, por una serie de intereses personales.


Por ejemplo, Anse ya tenía una nueva mujer para reemplazar a Addie, una amante; él no desea deberle nada a nadie, pero todo el tiempo está pidiendo  y tomando lo que necesita sin pedir permiso, sin importarle sus hijos y sus conquistas personales. Otro ejemplo es la locura de Darl, él no quiere ver más, por eso no intenta salvar el cadáver del río y ya cansado intenta quemarlo. Al parecer Darl ve todo perdido. El único miembro de la familia que intenta mantenerla unida, que no devela sus secretos, cae por el peso de todo eso.



Faulkner y a la derecha una de sus amantes Meta Carpenter.


El desmoronamiento de Dewey Dell que en busca del aborto se prostituye, pero que también delató a Darl, su hermano, con la intención de mantener el secreto de su embarazo a salvo, ya que el único que lo sabe es aparentemente Darl, aunque en las escenas finales, parece que Anse también lo sabe. Jewel que termina convertido en un hombre violento con una cara que vislumbra el mismo final de Darl, una cara extraña, como de palo.


Alcanzo a ver la novela como una gran odisea, a pesar de la podredumbre de esta familia; también veo algo y es la tenacidad. Esta novela me recuerda El viejo y el mar de Hemingway, el pescador logra atrapar el gran pez, pero  solo lleva los huesos de regreso, producto de su odisea en el mar; él se sobrepone y termina su faena porque se lo prometió a sí mismo. Así la familia Bundren, pese a las dificultades también lo logra, hay que llevar a Addie, así eso les cueste el alma. Hay cierta dignidad en ellos. La venganza de Addie es decirle y hacerle jurar a Anse que la lleve a enterrar, porque ella ya sabía de las dificultades que tendrían, máxime que Anse no gusta de desplazarse (recuerden el monólogo sobre el camino) y vive cómodamente a consta de sus hijos. Addie asume que todos la hicieron sufrir y que ella aunque esté muerta los va a hacer sufrir a ellos. Es más, Addie al parecer sabía que Anse tenía una amante, de ello deducimos que Anse sabía de la infidelidad de Addie y que no es el padre de Jewel.”


De toda esta podredumbre que expone Claudio, sentimos que se salva Vardaman, ya que es un niño. Dewey Dell es tal vez una víctima, Jewel sentimos que pierde la soberbia y logra ser más humilde, eso le permite crecer en la novela, aunque se siente supremamente cansado, al borde de la locura. La locura de Darl es tal vez un sacrificio debido al gran peso que tiene encima.


Otro tema interesante es el de la muerte. Alrededor de los fenómenos naturales, las inundaciones, los incendios. El tema de la muerte puede ser mirado también como un lastre, un peso, con el que hay que cargar, hasta que estemos preparados para dejarlo de lado, para deshacernos de él. También Faulkner involucra al lector haciéndolo parte del viaje, por una serie de emociones que se despiertan al leer la novela.



Otra forma de ver la muerte de Addie es la resiliencia frente a la ausencia de un ser amado y las manifestaciones de cada uno de los personajes alrededor hasta exponer su alma, lo más íntimo. La muerte vista más allá del asunto espiritual es pues una desmitificación de ella misma. El entierro de Addie es casi un asunto práctico, quitarse un mal olor de encima que rápidamente queda en el olvido, para seguir viviendo. La muerte para Addie es una forma de escapar a una familia fractura por las máscaras y los engaños.